Por:
Guillermo Huyhua Quispe
Una
vez Bill Gates, dueño de Microsoft, compañía que tiene 93,000 empleados en 102
países del mundo, dijo lo siguiente: “Si
20 personas específicas dejaran Microsoft, la empresa quebraría”. Esta idea en
la actualidad es aplicable a cualquier gran compañía sólida cuya producción se
basa en el conocimiento que manejan pocas personas.
En
las escuelas públicas, cuando un profesor o trabajador se retira, se lleva toda
la experiencia adquirida en largos años, produciéndose un gran vacío difícil de
llenar, pues el nuevo docente o trabajador que lo reemplace tendrá que aprender
de nuevo siendo esto un retraso y un perjuicio para la institución educativa.
Por
ello, en este artículo trataremos de responder a la pregunta: ¿Cuál es la
importancia de la Gestión del Conocimiento en la educación?
¿A qué llamamos
conocimiento?
Conocimiento
es la capacidad construida por la persona a partir de la información que le
predispone a actuar de una manera particular, es el resultado de un proceso de
aprendizaje y de un contexto en que ocurre o se desarrolla, y debe ser inferido
del comportamiento, más que observado directamente. Conocimiento significa
capacidad de actuar.
El
conocimiento es algo propio de la persona humana y va creciendo según la
experiencia y el aprendizaje que esta tenga. Para no caer en la confusión debe
diferenciarse de dos conceptos: Dato e Información. Un dato es un estado de
cosas, mientras que información es un conjunto de datos que tiene un
significado. Ninguno de los casos involucra una acción.
Sin
embargo, conocer no significa “saber la verdad”, sino tener una justificación
racional para lo que se tiene como cierto. Además, el conocer no representa un
estado estático de las cosas sino más bien es un proceso continuo.
Cualquier
organización debe cuidar el conocimiento, pues es el más importante, para ello
debe distinguirlo de los datos y la información. Un conocimiento es relevante y
será determinada por la persona según los criterios de la institución en la que
se encuentre.
¿Cuántas dimensiones de
conocimiento existen en el nivel personal?: Tácito y Explícito
Existen
dos tipos de conocimiento: el Conocimiento Tácito y el Conocimiento Explícito. El
conocimiento tácito se refiere al conocimiento personal y de contexto
específico; aquel conocimiento que es difícil de formalizar y de comunicar. El
conocimiento explícito, por el contrario, es aquel que está codificado y por
ende se puede transmitir en lenguaje formal.
¿Cuál
de los dos lenguajes utiliza la Gerencia del Conocimiento?: El conocimiento
explícito. Pero antes, debe hacer explícito el conocimiento, es decir,
movilizar y convertir el conocimiento tácito en conocimiento explícito.
Tenemos
que en cuenta también que existe una dimensión ontológica del conocimiento que
se refiere a un conocimiento compartido a nivel de grupos, o eventualmente, de
aquel compartido en toda organización. Cuando una institución educativa hace
explícito el conocimiento permitirá ponerlo a disposición de los demás miembros
de la organización para facilitar su transmisión y distribución.
¿Cuántas formas
de conversión del conocimiento existen?
Hay
cuatro formas de conversión del conocimiento: Socialización, Exteriorización,
Interiorización y Combinación. La socialización consiste en compartir
experiencias. La exteriorización consiste en convertir el conocimiento tácito
en explícito utilizando metáforas, analogías, conceptos, hipótesis o modelos.
La combinación genera un “sistema de conocimiento” cuando los individuos intercambian el mismo a
través de documentos o conversaciones. La interiorización se refiere a
“aprender haciendo”.
¿Cuál es la importancia del Conocimiento
y de la Gerencia del Conocimiento en una Institución Educativa?
Si
comparamos al conocimiento con los activos como tierra, planta y equipo,
ninguno de los últimos tres aumenta valor sin el conocimiento, solo el
conocimiento agrega valor al producto. Por eso, el poder económico y productivo
de una compañía, se basa más en sus capacidades intelectuales y de servicio.
Para el caso de una institución educativa el prestigio y la calidad educativa
se basan más en las capacidades intelectuales y de servicio que la
infraestructura, los recursos económicos y educativos.
Si
esto es así, la Gerencia del Conocimiento se torna importante porque el conocimiento, siendo de gran importancia,
debe ser administrado para lograr el máximo provecho de él. Así, la gerencia
del conocimiento surge como una necesidad y brinda los métodos y herramientas
para desarrollar la administración del conocimiento y de las personas, para
desarrollar ventajas competitivas y alcanzar los objetivos estratégicos.
¿Qué es la Gerencia del Conocimiento?
Es
la “organización, planificación, dirección y control de una red de personas
imbuida en la cultura organizacional y apoyada por la Tecnología de la
Información, que busca la creación, renovación, organización, transmisión, uso
y protección del conocimiento brindando beneficios tangibles e intangibles, o
desarrollando ventajas competitivas o habilidades distintivas” (Bocchio, etal,
1999: 17).
En
ese sentido, el modelo planteado en este estudio incluye esos tres medios:
personas, cultura e infraestructura. Un modelo es gerenciar los medios a través
de los procesos de conocimiento para llegar a los resultados organizacionales. La
Gerencia del Conocimiento busca, como el comerciante con su acervo de
productos, incrementar ese acervo, ordenarlo, llevarlo a los consumidores y
hacer que se consuma.
Existen
cuatro actividades de la Gerencia del Conocimiento: Generación (incrementar el
acervo), Codificación (ordenarlo), Distribución (llevarlo a los consumidores) y
Uso (consumirlo-el más importante).
El
consumo del conocimiento (uso) en una institución educativa, lejos de disminuir
el acervo, lo incrementa, pues de la aplicación del conocimiento surge nuevo
conocimiento y experiencia, formándose así un círculo virtuoso. Lo que importa
es el conocimiento que posee la institución educativa en su conjunto. Este
conocimiento, para fines prácticos, es definido como el conocimiento que está
en por lo menos uno de los miembros de la organización.
Existen
dos grandes brechas que la gerencia del conocimiento debe enfrentar:
1.
Entre
el conocimiento y la acción. Nivel de conocimiento que poseen los individuos
dentro de la institución educativa y la “cantidad” de dicho conocimiento que se
aplica.
2.
Entre
el nivel de conocimiento que poseen los individuos de la institución educativa,
y todo lo que deberían conocer para lograr un aprendizaje de calidad.
La
mayoría de veces las instituciones educativas intentan cerrar la segunda –a
través de la capacitación, investigación y desarrollo, contratación de
consultorías, etc.- y no la primera brecha. Sin embardo, cerrar la primera, la
brecha entre el saber y el actuar, es la que brindaría mayores beneficios a la institución
educativa, pues hasta que no se aplique el conocimiento, este no genera valor. Por
ello se debe fomentar la acción y no limitarse a la teorización de conceptos. La
no acción es perjudicial. Abrams, Leonard, Shelds, y Swamp (2001) aseguran que
el conocimiento se adquiere a través de la experiencia, y la experiencia se
obtiene a través de llevar a cabo acciones concretas. Por ello la no acción
lleva a la no experiencia y esta no experiencia evita que se obtenga nuevo
conocimiento generándose de esta manera un círculo vicioso de no acción.
En
consecuencia, la Gerencia del Conocimiento consiste en administrar el
conocimiento, dentro de una red de personas, en una cultura y con una
infraestructura determinada, para lograr resultados organizacionales. Además,
el conocimiento es un activo que con su uso aumenta de valor. El conocimiento
lleva a la acción, esta a la experiencia, y la experiencia es más conocimiento.
Por tanto, lograr el uso apropiado y oportuno del conocimiento es una actividad
de suma importancia para la Gerencia del Conocimiento. Para la nueva economía
es necesario implementar métricas que involucren tanto los aspectos financieros
del desempeño pasado como los aspectos determinantes del desempeño futuro
(Cuadro de Mando Integral).
Existes
mercados del conocimiento (para el caso
de instituciones educativas debe crearse), lugares donde se realizan
transacciones entre personas que lo necesitan y desean beneficiarse. Sus componentes
son: 1) Compradores, 2) Vendedores, 3) Intermediarios, 4) Sistema de precios:
Reciprocidad, Reputación y altruismo, escogerlo de manera correcta para pagar a
la persona que tiene el conocimiento, y, 5) Confianza, que debe ser visible,
ubicua y debe comenzar desde arriba, pues el componente básico para los compradores
y vendedores.
Por
tanto, por la descripción arriba señalada es muy importante que las
instituciones educativas se planteen crear Gerencias del Conocimiento con el
fin de beneficiarse de la experiencia acumulada, así como beneficiar a todo el
sistema educativo.